El omeprazol es uno de los fármacos más usados en España y en todo el mundo, a pesar que, no existe una relación directa entre su elevado consumo y su seguridad. Desde hace poco se sabe que el omeprazol no es para nada un “protector” de estómago. Según un estudio reciente de la Universidad de Washinghton en Saint Louis sugiere que el uso prolongado de medicamentos para la acidez, reflujo y úlceras estomacales puede generar problemas renales graves.
¿Qué es omperazol?
El omeprazol es un inhibidor de la bomba de protones, es decir, inhibe la liberación del ácido gástrico en el proceso fisiológico de la digestión. Aunque popularmente se ha extendido el mito (falso) de que está indicado para hacer más ligeras las comidas copiosas, grasientas o la ingesta de alcohol, el omeprazol sólo está indicado cuando:
- Tratamiento agudo de las úlceras duodenal o gástrica benigna
- Tratamiento de la úlcera duodenal o gástrica asociada a Helicobacter pylori
- Tratamiento de la esofagitis erosiva por reflujo.
- Tratamiento del Síndrome de Zollinger-Ellison y otros síndromes de hipersecreción gástrica.
- Tratamiento preventivo de úlcera duodenal o gástrica, o erosiones gastroduodenales provocadas por AINEs en pacientes ancianos, con enfermedades crónicas previas o con antecedentes previos de úlcera.
Fuera de estos casos, su uso no es necesario. Personas menores de 65 años sin antecedentes de úlcera o enfermedades crónicas previas no deben usar omeprazol junto con AINES.
¿Cuáles son sus efectos secundarios?
- Efectos leves o moderados: dolor de cabeza, mareos, náuseas, gases, dolor abdominal
- Efectos graves:
- Hipomagnesemia o falta de magnesio que puede producir daño cardíaco
- Anemia perniciosa y osteoporosi
- Diarrea acuosa asociado a Clostridium difficile
- Demencia o anemia por déficit de vitamina B12.